¿Es Realmente el Fundamentalismo Una Mala Palabra?

Filipenses 1:16; 1 Pedro 3:15; Judas 3

Por Cameron Buettel

¿Alguna vez lo han llamado un fundamentalista? En los últimos años se ha convertido en la terminología de facto para personas de cualquier creencia religiosa que tienen puntos de vista "extremos".

Lamentablemente, la opinión popular y los medios de comunicación secular suelen llegar a definir lo que constituye el extremismo. Hoy en día se incluye cualquier cosa de librar la yihad para defender el plan de Dios para el matrimonio y toda convicción social de moda de por medio. Y porque el mundo incrédulo tiene un uso cero de una distinción doctrinal, los llamados fundamentalistas de las religiones opuestas son agrupados como extremistas. Es por eso que un mundo cegado por el pecado no puede ver la diferencia entre cristianos y fundamentalistas islámicos.

Nick Gier, profesor emérito de Filosofía de la Universidad de Idaho, tipifica la opinión predominante entre el mundo académico:

Hay algunos paralelos escalofriantes entre cristianos y fundamentalistas islámicos.. Ambos dividen el mundo entre creyentes y no creyentes, y decidiendo por sí mismos quien se salva y quién está condenado, que piensan que pueden jugar a ser Dios con nuestras vidas. Ambos también han declarado la guerra a la cultura secular de la democracia liberal, los medios más pacíficos y prósperos de la organización social jamás concebida por la humanidad. Ambos rechazan la separación de Iglesia y Estado y establecerían gobiernos sobre la base de sus propios puntos de vista de las leyes divinas. ^[1] http://www.webpages.uidaho.edu/ngier/parallels.htm

Aparte de ser muy impreciso, el resultado neto de esa forma de pensar ha sido identificar todas las formas de fundamentalismo como una amenaza singular. Y los que lo hacen, están decididos a librar a nuestra sociedad progresista, liberada de esa amenaza.

Entre los cristianos evangélicos, el fundamentalismo es un término que se asocia regularmente con prohibición- "No bailar, beber o masticar; y nunca ir con chicas que lo hacen.” Y muchos cristianos fundamentalistas reconocen fácilmente que el estereotipo no está demasiado lejos de la verdad. Las actividades como baile, la bebida, cartas, y las películas están casi siempre fuera del alcance de los miembros de esas iglesias. Desde el punto de vista del evangelicalismo moderno, es difícil ver alguna diversión en el cristianismo fundamentalista.

El fundamentalismo puede ser ahora una palabra que fomenta la burla del mundo y el desprecio de los feligreses, pero la historia de la iglesia nos cuenta una historia completamente diferente.

Durante el siglo XX, los tentáculos del liberalismo teológico alemán habían llegado a las costas de América. El énfasis liberal en la razón humana y la experiencia se produjeron a expensas de la autoridad, la inerrancia, y la suficiencia bíblica – y la pureza doctrinal fue amenazada desde dentro de la iglesia. Surgiendo el liberalismo, no el extremismo, fue la amenaza dominante a la Iglesia. Y los cristianos heroicos de aquella época se levantaron en defensa de las verdades fundamentales del cristianismo bíblico. Por lo tanto el fundamentalismo cristiano nació con el fin de luchar contra una guerra necesaria por la verdad bíblica.

El fundamentalismo nunca fue concebido como una salida para los intransigentes y extremistas cristianos. No es una mala palabra, o al menos no debería serlo. Hay verdades bíblicas fundamentales que deben ser defendidas y disputadas (Filipenses 1:16; 1 Pedro 3:15; Judas 3). Y la defensa de esas preciosas verdades es tan vital hoy como lo era hace un siglo. En los próximos días vamos a contar la historia de los fundamentalistas cristianos y los fundamentos por los que lucharon. Estos son alentadoras lecciones de historia de la iglesia que hablan de las luchas que enfrentamos hoy en día, y las batallas que se ciernen en el horizonte. Usted no querrá perdérselas.

---

Disponible en línea en: http://www.gty.org/resources/Blog/B151102
COPYRIGHT © 2015 Gracia a Vosotros