8 Maneras de Crecer en el Temor de Dios
Por Tim Challies
En su libro El Temor Olvidado, Albert Martin enumera ocho "instrucciones específicas para mantener y aumentar el temor de Dios en nuestros corazones." A continuación están sus ocho instrucciones junto con resúmenes de cada punto en sus propias palabras (ligeramente ajustado). Considere la posibilidad de seguir estas estrategias para su propio crecimiento en la semejanza a Cristo.
1) Asegúrese de que usted tiene un interés en el nuevo pacto. El argumento que debe insistir ante Dios debe ser que Jesucristo ha muerto como el Mediador del nuevo pacto, ya que una de las bendiciones prometidas en ese pacto es que Dios pondría Su temor en su corazón. Ore: "Señor Jesús, sobre la base de tu sangre derramada suplico por un aumento de Tu temor. Dame tanto de Tu temor como la sangre del pacto promete y ha asegurado para mí ".
2) Alimente su mente en las Escrituras en general. Hay una relación inseparable entre la revelación especial que Dios ha hecho en la Escritura y el temor de Dios. Y esta relación es tal que, para todos los efectos, el temor de Dios se puede utilizar como sinónimo de la palabra de Dios. El efecto global de cada verdad de la Escritura es alimentar el temor de Dios. En una u otra forma, el individuo que absorbe la mayor parte de la Escritura, espiritualmente asimilándola en su corazón, vida y ser mismo, es el que va a conocer la mayor parte del temor de Dios.
3) Alimente su alma con la realidad del perdón de Dios. Cuando descubrimos que este gran Dios, santo y justo y omnisciente como Él es, en realidad perdona los pecados, y que todos sus atributos gloriosos han participado plenamente en otorgarme un justo perdón y aceptación plena, ¿cómo podemos dejar de temerle? La medida a la cual el hecho y la maravilla de la gracia que perdona se hunde en su alma será la medida de su temor de Dios. Por lo tanto, si desea tener el temor de Dios mantenido en su corazón, alimente su alma en el perdón de Dios.
4) Aprenda a alimentar a su alma en la majestuosa grandeza de Dios. Con ello, me refiero a aquellos aspectos de su carácter y atributos como su absoluta soberanía, santidad, poder, omnipotencia, e inmensidad. Al contemplar su majestuosa grandeza, es impensable que cualquier criatura racional no temería un Dios así. Si una criatura conoce a Dios como Él se revela, no puede dejar de temerle. El principio para nosotros como pueblo de Dios es éste: Si desea crecer en el temor de Dios, entonces debe alimentar su alma en la majestuosa grandeza de Dios.
5) Busque cultivar una conciencia de la presencia de Dios. Andar en el temor de Dios es cultivar esta conciencia de Su presencia. No se puede temer a un Dios distante y olvidado. Si Dios es temido, es como un Dios que está cerca y que es recordado. Dios está allí. David sentándole allí [en el Salmo 139] no lo puso allí; Él ya estaba allí. Pero es el reconocimiento de que Él está allí lo que se convierte en la experiencia transformadora en nuestras vidas. Que Dios, por tanto, nos ayude a cultivar esta conciencia de Su presencia.
6) Busque cultivar la conciencia de sus obligaciones para con Dios. Un elemento indispensable del temor de Dios es que en cada situación el cristiano se de cuenta de que su relación con Dios es la relación más importante que tiene. Nuestra primera oración cada mañana debe ser, "Señor, ayúdame hoy a caminar en Tu temor." Jesús vino a implantar las bendiciones del nuevo pacto en los corazones de los hombres para que ellos temieran en la medida en que, incluso si deben romper el más profundo de los lazos terrenales, ellos estarán dispuestos a hacerlo por Su causa.
7) Asóciese estrechamente con aquellos que caminan en el temor de Dios. Cuando usted tiene la oportunidad y el privilegio de elegir a sus amigos íntimos, ellos deben ser personas temerosas de Dios. Hay un poder de imitación, absorción, y contagio tal entre los individuos que usted va a llegar a ser como sus colaboradores más íntimos. Por eso Dios nos previene contra la formación de asociaciones íntimas con hombres malvados – de modo que no seamos como ellos. ¿Desea usted crecer en el temor de Dios? Si lo hace, entonces asóciese –íntimamente, no vagamente – con los que caminan juntos en Su temor en una membresía de iglesia de pacto.
8) Ore fervientemente por un aumento del temor de Dios Una de las leyes inalterables del reino de Dios es: "Pedid, y se os dará" (Mateo 7:7). O para decirlo de manera negativa, "No tienes porque no pides" (Santiago 4:2). Cuando oramos por un aumento del temor de Dios, debemos orar con confianza inquebrantable en que realmente estamos pidiendo algo que está de acuerdo con la voluntad de Dios. Teniendo esta confianza, podemos orar por este aumento de la firme esperanza de que Dios de hecho escuchará y responderá a esa oración.
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