Sólo Dos Tipos de Personas

Sólo Dos Tipos de Personas

por Mike Gendron

¿Ha considerado que hay sólo dos tipos de personas en este mundo? Hay quienes han sido justificados por la fe en el Señor Jesucristo y los que permanecen condenados en su incredulidad. ¡La palabra de Dios lo deja muy claro! ""El que cree en El no es juzgado, el que no cree ha sido ya juzgado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios" (Juan 3:18). Todos los que han vivido pertenecen a uno de estos dos grupos distintos y pasarán la eternidad en uno de dos lugares. Desde una perspectiva humana, es difícil entender por qué un incrédulo se niega a creer en las mejores noticias que jamás escuchará sobre el mayor regalo que jamás podría recibir. Es aún más difícil comprender por qué alguien seguiría siendo un incrédulo después de haber sido confrontados con la realidad de ser eternamente castigado en el lago de fuego del infierno. Allí sufrirán el remordimiento del alma, el tormento eterno y la terrible agonía sin esperanza de escape.

¡El Evangelio es ciertamente la mayor noticia que cualquier pecador convicto y condenado podría escuchar! Eso es porque Dios ofrece un perdón total por el pecado a aquellos que esperan el juicio en el corredor de la muerte. Puesto que nuestro Dios santo y justo no puede dejar que los pecados queden impunes, un sustituto sin pecado debe tomar sus pecados y sufrir el castigo (Éxodo 34: 7). El perdón es bondadosamente ofrecido como un regalo de misericordia de Dios a los pecadores arrepentidos debido a una historia de amor escrita en sangre, en una cruz de madera, hace 2000 años. Jesucristo satisfizo la justicia divina al pagar una deuda que no debía porque teníamos una deuda que no podíamos pagar. Todo pecado que se haya cometido en la historia de la humanidad será castigado por nuestro Dios Santo y Justo. Él castiga la deuda eterna del pecado en uno de dos lugares. Los pecadores pueden confiar en el Señor Jesús como su sustituto en la cruz del Calvario, o pueden rechazarlo y pagar el castigo eterno. Si confían en Jesús como su Salvador, la eterna deuda por sus pecados será cancelada (Colosenses 2:13-14). Si rechazan a Jesús, lo encontrarán en el Gran Juicio del Trono Blanco y serán castigados en el eterno lago de fuego (Apocalipsis 20:14).

Los siguientes son 10 contrastes vividos que describen a creyentes e incrédulos. Que todos crezcamos en compasión por aquellos que deciden permanecer en incredulidad y separados de Dios.

1. Los incrédulos están espiritualmente muertos (Efesios 2: 1); Los creyentes están vivos en Cristo (Efesios 2: 5, 1 Corintios 15:22, Col. 2:13).

2. Los incrédulos aman la oscuridad porque sus obras son malas (Juan 3: 19-20); Los creyentes caminan en la luz (Juan 8:12, 1 Juan 1: 7, Efesios 5: 8).

3. Los incrédulos no buscan a Dios (Romanos 3:11); Los creyentes buscan refugio en Dios (Salmo 141: 8).

4. Los incrédulos están culpables y condenados (Mateo 5:22, Santiago 2:10, Marcos 16:16); Los creyentes son perdonados y justificados (Efesios 4:32, Romanos 3:28, Romanos 5: 1, Gálatas 2:16).

5. Los incrédulos están bajo la ira de Dios (Juan 3:36, Romanos 2: 5); los creyentes están bajo la gracia de Dios (Romanos 6:14).

6. Los incrédulos son enemigos hostiles de Dios (Santiago 4: 4, Romanos 5:10); los creyentes son hijos adoptivos de Dios (1 Juan 3: 1, Romanos 8: 5).

7. Los incrédulos son desesperados e indefensos (Efesios 2:12, Romanos 5: 6); esperemos que los creyentes estén seguros (Hebreos 11: 1, 1 Pedro 1:21).

8. Los incrédulos están controlados por la carne y en la esclavitud del pecado (Romanos 8: 6; 8:21); los creyentes viven por el Espíritu y son liberados por Cristo y Su Palabra (Juan 8: 31-36, Romanos 8:13).

9 Los incrédulos están separados de Dios por causa del pecado (Isaías 59: 2); Los creyentes son reconciliados con Dios por medio de Jesucristo (Romanos 5:10, 2 Corintios 5: 18-19, Efesios 2:13).

10. Los incrédulos son los muchos que están en el amplio camino de la destrucción y destinados a la agonía eterna en el infierno (Mateo 7: 13; Lucas 12: 5); Los creyentes son los pocos que están en el estrecho camino de la vida y destinados al gozo en el cielo (Mateo 7:14; 1 Pedro 1: 4).