Nuestra Condición Desesperada, La Provisión Asombrosa de Dios
por Mike Riccardi
Albert N. Martin fue el pastor de Trinity Baptist Church en Montville, Nueva Jersey por más de 40 años. En los últimos años debido a problemas de salud se habían trasladado a Michigan para estar más cerca de la familia de su esposa. Un día, mientras yo todavía estaba viviendo en Nueva Jersey, cerca de 45 minutos de Montville, yo había oído que él estaría de regreso para visitar a Trinity y predicar durante el servicio de la mañana del domingo.
Yo no era miembro, pero yo la había visitado en múltiples ocasiones para sentarme bajo la predicación del pastor Martin. Así que me fui de nuevo a Trinity con un buen amigo mío que es un miembro de allí. Y yo estaba muy emocionado. Tenía muchas ganas de escuchar lo que el pastor Martin tenía que decir. ¿Qué maravilloso mensaje, exhortación, reprensión, tenía para la congregación que él amó y sirvió de guía durante casi medio siglo?
Comenzó su mensaje hablando de la Biblia, de cómo es un libro bastante grande, y realmente es más como una biblioteca, es una colección de libros. Y entonces empezó a hablar sobre el mensaje principal de la Biblia que es reconocible en ciertas “declaraciones en cápsula” que se dan a lo largo de la revelación.
Dios nos ha dado estas declaraciones maravillosas en pequeñas cápsulas que nos dan el corazón de todo el mensaje de la Biblia. Y esas declaraciones llegan a ser como una puerta a este maravilloso mensaje panorámico y general de la Biblia. Y si usted puede comprender las partes particulares, usted tiene de donde aferrarse sobre todo lo que es la Biblia. (4:3-4:39)
Y entonces, mientras me preguntaba qué iba a venir, anunció su texto: Isaías 53:6. Y yo, como un idiota, estaba decepcionado. “¿Isaías 53?”, Pensé. “Esto no es un gran mensaje que voló de regreso para entregar. Esto es sólo el Evangelio.” No pasó mucho tiempo antes de que yo le pidiera al Señor perdón por ese pensamiento.
El pastor Martin iba a predicar el Evangelio –el tema general de la Palabra de Dios, como tituló el sermón– de Isaías 53. Y anunció dos ejes principales:
- La mala noticia de nuestra condición desesperada en el pecado.
- La Buena Noticia de la provisión asombrosa de Dios por el pecado.
Mientras él predicó el mensaje, que cada vez me ganó.”Qué maravillosa manera de explicar las realidades del pecado y la gracia!” Pensé. “¡Hay tantas personas que necesitan escuchar esto!" Debo haber pensado en 10 personas, por nombre, a quienes yo le daría a este mensaje. Estaba respondiendo a todo tipo de argumentos que he escuchado de estas personas en particular con las que he dialogado en el pasado. ¡Impresionante!
Y luego, alrededor de dos tercios en el mensaje, la gracia de Dios vino a mí en abundancia. A pesar de que ya era creyente, el Señor usó al pastor Martin, de una manera fresca, me hizo tan terriblemente consciente de mi propio pecado delante de El. Él presentó su santidad a mí. Y como la realidad de mis pecados me confrontaron de nuevo, me di cuenta que necesitaba desesperadamente este mensaje. No era sólo el Evangelio. No era sólo para los demás con los que podía compartirlo. ¡Era para mí!
Y, ¡oh cuán dulce es mi comunión con el Salvador fue esa la mañana! Mi gratitud y acción de gracias se desbordó como si fuera un nuevo creyente. Esta buena noticia es mi vida.¡Qué maravilloso fue escucharlo desarrollado, expuesto, y desatado en mi corazón.
Queridos amigos, os encomiendo a las Buenas Nuevas de Jesucristo para usted. Benefíciese a sí mismo al sentarse durante una hora, tal vez con un amigo o el cónyuge o un miembro de la familia, y sentado bajo la predicación de la Palabra de Dios, el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
El video y el audio se puede descargar .
He resaltado algunas reflexiones a continuación. Espero sus comentarios y la interacción sobre el tema.
Aquí está una descripción de nuestra orientación fundamental en la vida.¿Y cual es? ¡Es auto-terminación! Vivimos para nosotros mismos. Eso es lo que Pablo dijo en 2 Corintios 5, versículo 15: “y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” Esa es la declaración de lo que ha sucedido a nosotros. La obstinación, la auto-gratificación, el agradarse a sí mismo se convierte en la orientación fundamental de la vida, en lugar de la voluntad de Dios, el propósito de Dios, el designio de Dios, el deseo de Dios. No, es mi voluntad, mi propósito, mis ambiciones. (22:36-23:34)
Esta es una grave acusación. Hemos convertido cada uno de nosotros en nuestro propio camino. Vivimos para nosotros mismos. Así es como desperdiciamos nuestra vida. Fuimos creados para vivir para la gloria de Dios. Y en la búsqueda de la gloria de Dios, “la voluntad propia, la autosatisfacción y autocomplacencia” son santificadas y perfeccionadas plenamente, de manera que cuando trato de encontrar mi voluntad, la gratificación y el placer en Cristo, no estoy pecando de rebelión, sino deliciosamente obedeciendo a mi Dios. Debido a que la voluntad de Dios, el propósito, el plan, y el deseo es que queremos lo que Él quiere, que nos sentimos satisfechos por Él, y que nuestro placer es estar en él.
En 23:37 a 25:31, tiene una gran respuesta a la objeción: “Pero yo no he hecho mal a nadie. Yo no soy una lacra en la sociedad. Yo sigo las reglas. Ayudo a la gente. Yo amo a mi prójimo. ¿Cómo puede Dios estar enfadado con eso?”
Pero ¿Cuál es el denominador común entre la prostituta que está en la calle esta noche, manejando su comercio, el drogadicto en busca de su próxima dosis, y la persona educada, culta, y recta sentada aquí esta mañana, que es un extraño a la gracia de Dios? ¿Cuál es el denominador común? Sólo esto: que están vivos para su propia satisfacción. … ¡Estás viviendo para ti mismo! ¡Dios nunca te ha dado esa mente para hacer un dios de la misma, e inclinarse y adorarle!
26:47 –"Pero", interviene el objetor, “soy un ser humano. Los seres humanos cometen errores. Eso es lo que es ser humano. No puedo ser perfecto. Nadie es perfecto.”
31:16 –El objetor continúa: “Pero Dios es un Dios de amor. Claro que Él toma en serio el pecado, pero Él toma el amor de manera más seria. ¿Cómo puede un Dios amoroso que entiende mi debilidad e imperfección enviarme al infierno?”
33:56 – Una prueba de fuego para cualquier verdad salvadora y religión salvadora. ¿En qué dirección está la flecha?
40:22 –El postre del pecado. La copa de la ira que Jesús bebió. La gloria de la sustitución.
45:10 – El admirable himno que lee es Oh Cristo, Qué Cargas Inclinaron Tu Cabeza. A continuación encontrarás las letras.
¡Oh Cristo! ¡Qué cargas inclinaron Tu cabeza!
Nuestra carga fue colocada sobre ti;
Tú estuviste en el lugar del pecador,
La llevaste todas por mí.
Una Víctima lo llevó, Tu sangre fue derramada, ahora no hay carga para mí.
La muerte y la maldición se encontraban en nuestra copa:
Oh Cristo, estaba llena para Ti;
Pero Tu has drenado la última gota oscura,
Está vacía para mí!
Ese cáliz amargo, el amor la bebió;
Ahora el trago de bendición es para mí!
Jehová levantó Su vara;
Oh Cristo, cayó sobre Ti!
Tu fuiste golpeado y adolorido de tu Dios;
No hay un solo golpe para mí.
Tus lágrimas, Tu sangre, debajo fluían;
Tu contusiones me sanaron.
La terrible voz de la tempestad se oyó,
Oh Cristo, se desató sobre Ti!
Tu pecho abierto era mi guarda,
Desafiaron la tormenta por mí.
Tu forma fue marcada, tu rostro desfigurado;
Ahora la paz sin nubes es para mí.
Jehová hizo despertar Su espada;
Oh Cristo, despertó contra Ti!
Tu sangre debe apagar la espada en llamas;
Tu corazón debe envainarla;
Todo por mi causa, para mi paz;
Ahora duerme la espada para mí.
Por mí, Señor Jesús, Tú has muerto,
Y he muerto en Ti!
Tu vives, mis manos están desatadas,
Y ahora Tú vives en mí.
Al purificarlas, fueron emblanquecidas y probadas,
Tu gloria entonces es para mí!
[Si alguien ya la tiene en español de favor puede enviarla]
En 49:55: “La gloria del Evangelio es la siguiente. Escúchame ahora. Que en la fe del Evangelio, el pecador en toda la desnudez de su necesidad, y el Salvador en toda la plenitud de Su gracia salvadora y el poder se unen en el abrazar de la fe. ¡Sin ostia, ni agua, ni sacerdote, ni ministro, ni nada entre ambos! ¡Pecador, en toda la desnudez de tu necesidad, el Salvador, en la plenitud de Su poder, llega a caballo a ti en el carruaje de su Evangelio! ¡Echa mano de Cristo y tendrás todas las ventajas de la salvación que Él compró con su preciosa sangre! Todas están en El: ¡la paz con Dios, el perdón, el don del Espíritu Santo, la esperanza de vida eterna, un cuerpo de resurrección, su presencia prometida! ¡Sólo tienes montones de bendiciones! Pero todas están almacenadas en el Salvador. Y El es tuyo, si lo vas a tener por la fe esta mañana!”
Es tuyo, si lo vas a tener por la fe ahora mismo! No desperdicie su vida al vivir para usted mismo. Deje el pecado y la adulación, y confíe en Cristo para ser su sustituto perfecto, llevador del pecado.
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