Complementarismo Consistente
por Michael McKinley
Me encuentro con más y más jóvenes que están entusiasmados con el concepto de liderazgo masculino en el hogar. En lo que va, creo que eso es una buena cosa.
Pero también veo un montón de hombres que afirman su liderazgo en su casa, pero que no toman un enfoque coherente a las autoridades establecidas sobre ellos por Dios (o Dios mismo). Unos pocos ejemplos:
1. Algunos hombres se quejan de la falta de voluntad de su esposa a someterse a su autoridad, mientras que ellos (el marido) abrazan pecados secretos en sus vidas. Como si su esposa debe someterse a su autoridad, pero ellos no deberían someterse a la autoridad de Dios.
2. Algunos hombres exaltan las glorias de la supremacía masculina, pero nunca piensan en someter conscientemente su vida y toma de decisiones a la autoridad de sus ancianos y compañeros miembros de la iglesia. Como si Dios diseñó la autoridad del marido para ser una bendición en el hogar, pero toda otra autoridad es arbitraria y carente de importancia.
3. Algunos hombres no piensan nada en descargar su ira sobre su jefe, el gobierno o los líderes de su iglesia, a la vez insisten en que su esposa debe hablar de ellos en un tono de respeto silencioso.
Es espiritualmente peligroso estar en esta posición, ejerciendo autoridad, sin someterse a ella.
Pero creo que esto es también un factor importante a considerar cuando se trata de identificar a los hombres que pueden servir a la iglesia como ancianos. No me gustaría poner un hombre en una posición de autoridad en nuestra iglesia a menos que se pudiera someterse con alegría a las autoridades colocadas sobre él por Dios. Un hombre que no se someterá a los demás no debe tener a otros sometiéndose a él.
También aprecio el punto que hace Thabiti sobre Encontrar Ancianos y Diáconos Fieles : Una parte crucial del trabajo de un anciano es saber cómo someterse a otros hombres bíblicamente calificados, talentosos, y llenos del Espíritu Santo que, de vez en cuando, ven un asunto diferente. Es orgulloso pensar que esto nunca va a suceder, y es orgulloso pensar que otros ancianos siempre deben someterse a usted. (Páginas 102-103)
Si usted desea ser un buen líder, tal vez debería empezar por ser un buen seguidor. Si deseas conocer si eres un buen seguidor ¡trata de pedirle a la gente que Dios los ha puesto en autoridad sobre usted!
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