¿Era Juan el Primer Bautista?
Por Jesse Johnson
Fue el bautismo de Juan el primer bautizo que el mundo conocía? Los comentaristas no están muy de acuerdo en la historia del bautismo cristiano. Obviamente los cristianos bautizan, y los Judíos, obviamente, no lo hacen. Pero fue Juan el Bautista el primero que practicó el bautismo? ¿O fueron los Judíos los que hicieron bautismos en el período inter-testamentario?
La respuesta corta es que los bautismos en el sentido cristiano comenzaron con Juan. Los Judíos tenían el concepto de la purificación por el agua y diferentes grupos practicaban diversas formas de estos ritos de purificación, pero no eran nada parecidos a lo que Juan estaba haciendo.
Antes de Juan, había básicamente tres tipos de lavados:
1. Las sectas (comunes en las colinas que rodean el desierto de Jordania, como la de Qumrán) tenía una forma de lavados rituales. Estos fueron los más cercanos al bautismo cristiano en términos de la manera de realizarlo, los que fueron lavados se sumergían en el agua, por lo que legítimamente podría llamarse un bautismo. Estos bautismos sucedieron en piscinas específicas que eran privadas y limpias. Un conjunto de escaleras existían para que usted pudiese meterse al fondo, y otro para la salida, de esa manera sus pies “limpios” no tocaban donde sus pies sucios habían pisado. Estos se realizaron por lo general desnudos, mientras cualquier prenda de vestir que tocaba su cuerpo habría hecho esa parte de su cuerpo como “impura” en tanto el agua no la tocaba directamente.
Pero mientras los medios –inmersión– fue similar al bautismo de Juan, el resto no lo era. Estas sectas eran exclusivas y reservadas para aquellos que ya habían alcanzado un cierto grado de posición religiosa. Los bautismos eran privados y sanitarios. Estos lavados elitistas eran un mundo aparte de las masas que fueron bautizados públicamente en el sucio, salado y mugriento Jordán. Mientras que las sectas utilizan el bautismo para los puros y los líderes religiosos, Juan reservó el suyo para los pecadores, y trató a los líderes religiosos como a intrusos.
2. Prosélitos judíos (gentiles que deseaban convertirse al judaísmo) también tenían una forma de bautismo. Ellos públicamente se lavaban como un rito de iniciación, y para demostrar que se estaban uniendo a una nueva religión y nación. Le estaban dando la espalda a su vida anterior, y sus antiguos dioses. En ese sentido, este lavado fue similar al de Juan. Ambos marcaron un hito de distancia, y ambos marcaron un deseo de afiliarse a una nueva religión.
Sin embargo, las similitudes terminan ahí. Estos lavados se compararon por lo general más a los baños que al bautismo. Era menos acerca de inmersión, y más acerca de verter y seguramente no se realizaron en el río tampoco. Por último, y lo más importante, no había manera de que una persona judía hubiese participado en este rito. Eso no habría tenido sentido, después de todo, habían nacido judíos, por lo que este lavado no estaba ni siquiera a su disposición.
3. Los que estaban sucios –tal como a través de la lepra o de tocar un cadáver– también participaban en un lavado ceremonial. Esto se hizo para indicar que ahora estaban limpios, y que debían ser recibidos de nuevo en la comunidad y la vida religiosa. Y en ese sentido, el bautismo de Juan era similar. También marcó el deseo de ser declarado limpio y puro.
Pero el bautismo de Juan era ciertamente más simbólico, mientras que estos lavados fueron definitivamente prácticos. Se suponía que en realidad limpiaban a la persona (Levítico 15:10, 15:17, 17:16). Y estos lavados no son debidamente llamados bautismos tampoco, ya que no eran una forma de inmersión, sino más bien una forma de lavado. Supongo que estos lavados posiblemente podrían haberse hecho en el Jordán, pero lo más probable es que fuesen empelados los baños simples.
Así que el bautismo de Juan era una novedad para los israelitas. No es como si hubiera un desfile de personas bautizando seguidores en el desierto, y Juan simplemente de repente es el más popular. Por el contrario, el bautismo de Juan era un llamado radical a huir de la ira a punto de llegar a Israel, e identificarse con la venida del Mesías.
Pero lo que hace el bautismo de Juan aún más notable es que combina el aspecto más humillante de los tres lavados que se han descrito anteriormente. Los tres de tienen una presuposición común: a saber, que la persona bautizada es inmunda. Los leprosos necesitaban lavarse para demostrar al sacerdote que sanaron. Prosélitos se lavaban como una forma de declarar cuando salían de su vida anterior. Los que estaban en las sectas, eran bautizados para mostrar que eran ceremonialmente puros antes de hacer una actividad religiosa.
La participación en el bautismo de Juan no habría revelado que usted tenía una enfermedad de la piel, sino que tenía una enfermedad cardíaca. Era una confesión de que todo el sistema religioso en Jerusalén estaba en bancarrota espiritual, y que estaban poniendo su fe en el futuro Mesías, no en el sistema del templo. Fue una confesión de insuficiencia, inmundicia espiritual, y una desesperanza general, si se dejaban por sí solos. Fue un giro de todo lo que había pasado antes, y una declaración de que usted necesitaba un corazón nuevo, y no simplemente un baño.
Así que con eso en mente, Juan el Bautista era en realidad el primer bautista.
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