¿Cuándo Comenzó la Veneración de los Santos?
Por Nathan Busenitz
Como profesor de historia de la iglesia, a veces me preguntan cómo es que ciertas prácticas se desarrollaron en la historia de la iglesia. Por ejemplo: ¿Cuándo fue que el catolicismo romano (o en la iglesia ortodoxa) comenzó a enfatizar la oración a santos y la veneración de reliquias e iconos?
La respuesta directa la encontré en un libro obscuro pero extremadamente útil escrito por Juan Calvino.
En su obra, Tratado de las reliquias, Calvino utiliza su conocimiento extensivo de la historia de la iglesia para demostrar que la oración a los santos, la oración a los muertos, la veneración de reliquias, el utilizar velas en homenaje a santos y la veneración de iconos religiosos están arraigados en el paganismo romano. Tales practicas se infiltraron en la iglesia cristiana después de que el cristianismo se convirtiera en la religión oficial en el imperio romano en el siglo cuarto.
Estas son las palabras de Calvino al resumir su tesis:
El culto heroico es innato a la naturaleza humana y fundamentado en algunos de los sentimientos más nobles como la gratitud, el amor y la adoración, los cuales, como cualquier otro sentimiento, si no son controlados por principios y la razón, pueden convertirse fácilmente en exageraciones salvajes y guiar a consecuencias peligrosas. Fue por causa de la exageración de estos sentimientos nobles que el paganismo romano llenó Olimpo de dioses y semidioses al elevar a este nivel hombres los cuales normalmente merecían el agradecimiento de sus semejantes por algún servicio presentado a la comunidad, o la admiración por algún hecho que haya requerido un grado inusual de poder mental o físico.
De la misma manera, los mártires cristianos acapararon el agradecimiento y la admiración de otros cristianos hasta que finalmente los convirtieron en un tipo de semidioses. Esto sucedió particularmente durante el tiempo cuando la iglesia comenzó a corromperse al dar lugar al paganismo [durante el 4to y 5to siglo], pues al ser bautizado sin haber sido convertido, introdujo rápidamente en la iglesia cristiana no sólo muchos ritos y ceremonias, sino que también introdujo el politeísmo, con la única diferencia que ahora las deidades griegas y romanas serían reemplazadas por santos cristianos, muchos de los cuales recibieron el oficio de algún antecesor pagano.
Al comienzo la iglesia toleró estos abusos como un mal temporal, pero tan fuerte se convirtieron, particularmente durante la ignorancia imperante de la edad media, que la iglesia no pudo quitarlos y por lo tanto terminó legalizando, por medio de decretos, aquello que hecho por mínimo al comienzo.
En una nota al pie de página, Calvino ofrece ejemplos específicos de cómo es que santos cristianos simplemente se convirtieron en sustitutos de alguna deidad pagana.
… así fue como San Antonio de Padua, al igual que Mercurio, recupera bienes robados; San Huberto, como Diana, es el santo patrón de los deportistas; San Cosme, al igual que Asclepio, es para los médicos, etc. De hecho, casi toda profesión y todo oficio, así como todo lugar, tiene su santo patrón especial; los cuales, al igual que la tutela divina de los paganos, reciben regalos particulares de sus discípulos.
Esta obra de Calvino incluye una reseña histórica, citas de los padres de la iglesia e incluso citas de los eruditos católicos romanos del siglo XVI. El resultado final de su obra presenta un caso convincente por el verdadero origen de muchas de las prácticas católicas. La conclusión de Calvino es que tales prácticas no son más que supersticiones idólatras, arraigadas en el antiguo paganismo romano.
Hoy en día, cinco siglos más tarde, su obra todavía sirve como una advertencia necesaria para aquellos que persisten en la idolatría. De ahí su frase final: “Ahora, aquellos que caen en este error deben hacerlo voluntariamente, ya que de aquí en adelante nadie puede alegar ignorancia sobre el tema como excusa.”
Éste artículo fue originalmente publicado aquí: http://www.tms.edu/es/predicadores-y-la-predicacion/cuando-comenzo-la-veneracion-de-santos/
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Nathan Busenitz (Ph.D.) es profesor de teología histórica en The Master’s Seminary. Después de haber servido como asistente personal de John MacArthur, Nathan llegó a formar parte del profesorado de TMS en el 2009. Él y su familia viven en Los Ángeles, California.
Publicado originalmente en ingles aquí.
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