12 Maneras de Preservar la Unidad Entre los Cristianos
Por Tim Challies
Satanás odia a Dios y, por tanto, odia al pueblo de Dios, la iglesia. Su gran plan para la iglesia es hacer que los cristianos –los verdaderos creyentes que deberían estar juntos en el Evangelio – encuentren maneras de no estar de acuerdo entre sí, para dividir, caer en amargura y celos, y en última instancia a “mordéis y os devoráis unos a otros” ( Gal. 5:15). Aquí hay doce maneras en que puede repeler los ataques de Satanás.
# 1. Pasar más tiempo teniendo en cuenta las evidencias de la gracia en los otros cristianos en lugar de estar pensando en sus pecados y debilidades. Usted, como cristiano, probablemente tiene una capacidad mucho mayor para ver la debilidad de otros creyentes que ver las fortalezas. Es como si utilizar una lupa para buscar debilidades y un telescopio para buscar gracia. Brooks advierte, "El pecado es oscuridad, la gracia es luz; el pecado es infierno, la gracia es cielo; y que locura es ver más en la oscuridad que en la luz, más en el infierno que al cielo.” En efecto.
# 2. Tenga en cuenta que la seguridad espiritual viene a través de la unidad espiritual. Los cristianos unidos son difíciles de separar, difíciles de dividir, difíciles destruirse. Es cuando usted se aísla al interrumpir o negar la unidad que está en mayor riesgo.
# 3. Medite en muchos demandantes mandamientos de Dios de amarnos el uno al otro. Cuando sienta que su corazón empiece a volverse contra otro cristiano, este es el momento de recurrir a los muchos mandamientos de amarnos unos a otros, mandamientos que se encuentran en lugares tales como Juan 15:12, Romanos 13:8, Hebreos 13:1, 1 Juan 4:7, 1 Pedro 1:22, y así sucesivamente. Deje que la Palabra de Dios le convenza de su necesidad de amar.
# 4. Pase más tiempo teniendo en cuenta los puntos de acuerdo que los de desacuerdo. Las doctrinas que compartes con otros creyentes verdaderos son doctrinas fundamentales; las que no comparten necesariamente son menos centrales a la fe. Reconocer que usted y aquellos con los que no está de acuerdo pasarán la eternidad juntos debe animarle a no permitir que las doctrinas irrelevantes le separaren aquí en la tierra.
# 5. Tenga en cuenta a su Dios pacífico. Dios es el Dios de la paz, Cristo es el Príncipe de la paz y el Espíritu es el Espíritu de la paz. Habiendo hecho la paz con Dios, después de haberse rendido ante Cristo, siendo habitado por el Espíritu cuyo fruto es amor, alegría, paz ..., ahora tiene la capacidad, y debe tener el deseo, de estar en paz verdadera, profunda y duradera con otros cristianos.
# 6. Renueve su mente y corazón de lo que significa estar en paz con Dios. Predíquese el evangelio a usted mismo, porque a medida que considera quien es usted a la luz de la bondad perfecta, la santidad y la paz de Dios, debe ablandarse hacia los demás.
# 7. Medite en la relación única entre los cristianos. Salmo 133:1 proclama la bondad y lo agradable de habitar juntos en la unidad; ay algunas cosas en el mundo que son buenas, pero son agradables y otros que son agradables, pero no son buenas. Pero vivir en paz es a la vez agradable y bueno. Considere lo que significa estar unidos en la familia de Dios con otros viajeros que están en la misma peregrinación a ese mismo destino.
# 8. Considere el costo de la desunión. Cuando las relaciones se rompen, el desacuerdo sigue inevitablemente, y cada desacuerdo entre los cristianos es un triunfo de Satanás. Si usted cae en desunión, le entrega a Satanás una victoria. ¡Mantenga la paz y niéguele el triunfo!
# 9. Sea el primero en buscar la paz y la reconciliación. Usted es un cristiano hoy en día sólo porque Dios fue el primero en buscar la paz con usted. Ahora está llamado y preparado para ser el primero en buscar la paz y tratar de buscar y mantener la unidad. Al hacer esto usted tiene el alto honor de actuar como un imitador de Dios.
# 10. Camine y trabaje en conjunto con otros cristianos en la medida de lo posible, haciendo de la Palabra el único juez de sus acciones. Es pérdida de Dios y pérdida suya, y es ganancia de Satanás, cuando usted no camina en amor con otros cristianos, cuando no trabaja cogidos del brazo juntos, con aquellos con los que tienen mucho en común. Hay mucho más de la obra del Señor que logramos juntos que separados.
# 11. Júzguese a usted mismo más de lo que juzga a los demás. Si dedicara más tiempo a considerar su propio pecado, y menos tiempo considerando los pecados de los demás, nunca sería tan rápido para juzgar y separarse de otros creyentes verdaderos. Brooks dice: “No hay almas en el mundo que sean tan temerosas en juzgar a los demás como a los que más se juzgan a sí mismas, ni tan cuidadosas para hacer un justo juicio de los hombres o cosas que las que son más cuidadosas en juzgarse a sí mismas.”
# 12. Busque la humildad. La humildad genera necesariamente la paz entre los cristianos. La humildad te prepara para servir en lugar de ser servido, pasa por alto la ofensa, aprovecha toda clase de unidad, para ver otros a tener éxito donde tu fallas, y para responder con alegría y gracia a cualquier otra posible fuente de desunión.
(Estos doce puntos que se basan en el capítulo 5 de Remedios Preciosos Contra las Artimañas de Satanás de Thomas Brooks)
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- La humildad puede llorar por las debilidades de otros hombres, y alegrarse y regocijarse por sus gracias.
- La humildad hace a un hombre más rico que los demás hombres, y hace que un hombre se juzgue a sí mismo como el más pobre de entre los hombres.
- No hay almas en el mundo que sean tan temerosas en juzgar a otros como las que se juzgan más a sí mismas.
- No es ser poca cosa, sino ser como Dios, no obstante a pesar de que seamos heridos por otros, ser los primeros en buscar la paz.
- El desacuerdo entre cristianos es el triunfo del diablo; y que triste es esto, que los cristianos deban dar a Satanás causa de triunfo.
- La unidad es el mejor lazo de seguridad en todas las iglesias.
- Es triste considerar que los santos deben tener muchos ojos para contemplar las debilidades de los otros, y no un ojo para ver las gracias de cada uno.
- El pecado es infierno, la gracia es el cielo; qué locura es ver más al infierno que al cielo.
- No hay nada que diga que un hombre este más vacío y carente de Dios, de Cristo y de la gracia, que el egoísmo.
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