5 Consejos para Mantener Realmente una Resolución o Dos en 2013

Por Clint Archer

Me gustaría que mi vida fuese vivida con intencionalidad no frustrada y cadencia ininterrumpida que todas mis mejores intenciones, esperanzas, sueños, estrategias y planes sólo corriesen en fila detrás de mí como soldados de infantería sumisos que flanquean a su general sin miedo a la batalla mientras marcho sin obstáculos a través de mi horario. Sin embargo, si no les recuerdo de forma intermitente quién es el jefe, mi pelotón delincuente de posibles logros, y adquisiciones huirá a la oscuridad, y dejándome en su lugar con una pandilla de lo más variopinta barajeando excusas de “arrepentimiento.”

Es por eso que yo soy un defensor anual de hacer resoluciones de Año Nuevo.

Tenga en cuenta que no dije “mantener,” resoluciones. Para ser demasiado transparente, tengo que admitir que mi tasa de mantenimiento de resoluciones más allá de los tres primeros meses de resolución es de un 20%. Yo suelo hacer diez resoluciones, y termino guardando dos de ellas por lo menos hasta abril. En una ocasión me las arreglé para permanecer en el toro furioso del rodeo de la distracción lo suficiente para lograr realmente una meta. Esa resolución especial, que abordó mis amores y otros dolores oculares de IMC, vieron una pérdida total de unos 6 kg (¿20 libras?) mediante, literalmente, acudiendo al gimnasio todos los días de la semana durante tres meses. Cuando me di cuenta del poder sin explotar de un compromiso inquebrantable, renové mi lealtad al arte desventurado de ajuste de la meta anual.

Mi razonamiento sigue esta vía contenciosa: Si yo no hago diez resoluciones cada año, entonces el 1,5 que alcanza el codiciado estatus de ser tachado de la lista no tendría la oportunidad de luchar. Sí, falle ocho o menos de cada diez veces, todos los años, sí, se acompaña con el recordatorio semi-desmoralizador de que soy un perdedor consumado, pero si yo no hago ninguna resolución en absoluto, yo no tendría ninguna esperanza de lograr una de mis metas.

Sé que suena un poco como el argumento del comprador de billete de lotería que si usted no compra un boleto, no tiene ninguna oportunidad en absoluto, que es peor que la probabilidad de uno en -Googleplex que tienen de ganar. Pero hay una diferencia fundamental: En realidad estoy en (un poco) control de mis resoluciones. Puedo arreglar la baraja a mi favor con estos cinco consejos que le ayudarán a mantener realmente una resolución o dos en el año 2013 ...

1. Elija un Objetivo Alcanzable.

Si su objetivo no es realista, usted se está preparando para el fracaso. No pongas en tu lista “Resuelvo amar mi trabajo sin futuro, respetar a mi jefe idiota, y ser ascendido a dueño de la compañía.” No seleccione cosas que usted no tiene el control exclusivo alguno. Es decir, cuando su objetivo dependa de otras personas, es sólo otra especie de inaccesibilidad.

Por ejemplo: “Resuelva tener buenos hijos, resuelva ser promovido, resuelva casarse.” Usted puede elegir ser más consistente al disciplinar a sus hijos, trabajar hacia la obtención de una promoción, y pedir a alguien una cita o decir sí en lugar de “yo estoy lavando el pelo esa noche y cualquier otra noche también” como muchas veces lo hizo el año pasado. Pero sólo se puede resolver al cambiar lo que usted puede cambiar.

2. Elija un Objetivo Específico.

La forma de hacerlo es conociendo como sería un objetivo alcanzado. ¿En qué momento puedo tacharlo de la lista mientras se hace? Por lo tanto, usted puede, por ejemplo, elegir: “Resuelvo bajar de peso, ir al gimnasio más, leer más, aprender francés, mejorar mis habilidades con la guitarra.” Eso es simplemente tonto. Si se salta tres comidas consecutivas y huye de tres máquinas expendedoras hoy, habrá perdido peso. Pero, ¿es eso realmente lo que quería? Si no, entonces no digas “bajar de peso”, diga “perder un kilo por semana durante tres meses” o “perder diez kilos este año.” Diga: “leer un libro de ficción y un libro de no ficción por mes” o “ir al gimnasio dos veces por semana durante 40 minutos de ejercicio” o “ser capaz de mantener una conversación cinco minutos en francés con un hablante nativo” o “ser capaz de reproducir una gama completa de Segovia.” Conozca que objetivo se propone para que sepa usted si / cuando usted lo ha logrado.

3. Planifique Pasos Semanales.

Una vez que sepa lo que quiere, calcule como se va viendo cada día o las semanas del año que viene. Una vez que sepa que quiera comer un elefante, conozca cuantos pedazos usted necesita tomar cada semana. Por ejemplo, para lograr el objetivo de “tener una conversación de cinco minutos con un hablante nativo francés,” usted puede trasladarse a Francia durante dos meses y sumergirse en el aprendizaje de idiomas para tacharlo de su lista a finales de febrero, o usted puede tomar una clase / tomar una lección de 40 minutos por día en el Internet / el trabajo sobre un capítulo cada dos días a partir de un libro de lengua francesa.

Cuando haya aislado lo que realmente tenga que hacer y con qué frecuencia debe hacerlo, entonces lo programara. Escriba en su agenda diaria “Ir al gimnasio 13:00-14:00 Lunes, Miércoles, Viernes.”

4. Incorpore una Revisión Semanal.

Comprendí esto por el libro soberbio de David Allen, Getting Things Done.

Al final de la semana (domingo por la noche para mí o la madrugada del lunes), usted necesita mirar su lista de metas y luego evaluar si ha hecho lo que pensaba hacer para lograrlas. Si no es así, planéelo ponerse al día la semana siguiente, y si es así, reconozca que está haciendo progresos, lo que le animará a hacer más metas mientras usted ve que son alcanzables con su sistema.

5. Solicite Rendición de Cuentas.

Yo no hago esto. Acabo de leer tantas veces que funciona para los demás, así que decidí incluirlo para su consideración. Para algunas personas es más fácil comprometerse con una sesión de gimnasio si conocen a alguien más que va a estar esperando por ellos. En mi experiencia puedo hablar a mi pareja de gimnasio para tomar un descanso esta semana también. Algunas personas ponen dinero en juego al multarse a sí mismos o pagar por un instructor de gimnasio o lo que sea, pero una vez más para mí eso termina dañando más cuando lo dejo. Yo prefiero que mis fracasos conduzcan a un regaño privado, en lugar de un escarnio público.

Supongo que, en teoría, la consecuencia pública está destinado a ser suficiente para superar su inercia, pero eso sólo funciona si usted tiene cantidades normales de pereza en el sistema, y ​​un respeto saludable de lo que otros piensan de usted. Poseo un copioso excedente de ambos factores, dando lugar a un agudo sentido de vergüenza, que sólo es ensombrecido por la forma inerte en que mi holgazanería me hace. Pero si te funciona, úsalo.

Espero que esto ayude un poco. ¡Si no es así, hágamelo saber y decido hacerlo mejor el año que viene!