Las Cinco Distorsiones del Calvinismo

Por David Murray

Al igual que con toda verdad de Dios, el diablo ha trabajado para negar o distorsionar todas y cada una de las doctrinas de la gracia, lo que resulta en varios errores y desequilibrios, tal como destacan las siguientes distorsiones:

Distorsión 1: Calvinismo Insensible

Algunos han utilizado las doctrinas de la gracia para excusar la falta de misión o evangelización. Dicen que si Dios ha elegido a un determinado número de personas y que sin duda será salvos, ¿cuál es el punto de hacer evangelismo o misiones? Muchos de los que en realidad no dirían esto, efectivamente lo practican raramente testificando y alcanzando con el Evangelio a aquellos a su alrededor. Sin embargo el calvinismo no produce necesariamente tal crueldad. De hecho ha producido algunos de los evangelistas sensibles más grandes de la historia de la iglesia.

En El Calvinismo Mata las Misiones?, Jason Helopoulos produjo la siguiente lista de misioneros y evangelistas calvinistas famosos: Juan Calvino, John Eliot, David Brainerd, Jonathan Edwards, George Whitfield, William Tennent, Samuel Davies, William Carey, Robert Moffat, David Livingstone, Robert Morrison, Peter Parker, Adoniram Judson, Charles Simeón, Henry Martyn, Samuel Zwemer, John Stott, Francis Schaeffer, D. James Kennedy. Y hay muchos, muchos más calvinistas cuyos nombres no son tan conocidos pero que han renunciado a todo para llevar el Evangelio a los perdidos.

Lejos de obstaculizar la evangelización, las doctrinas de la gracia son nuestra única esperanza en la evangelización. Sin la elección de Dios, ninguno elegiría Cristo.

Si las doctrinas de la gracia no nos hacen misioneros y evangelistas de la gracia, es poco probable que alguna vez las hayamos entendido o abrazado correctamente.

Distorsión 2: Hyper-Calvinismo

Similar a lo anterior, algunos han tomado la posición de que si no todos, se salvarán, no podemos ofrecer el Evangelio a todo el mundo en nuestra predicación.

Es cierto, desde luego, no podemos prometer la salvación universal a cada oyente: no podemos prometer a todos nuestros oyentes que Dios ha planeado su salvación, que Cristo murió por sus pecados, y así sucesivamente. Sin embargo, podemos y debemos dar invitaciones universales del evangelio a todo oyente: podemos prometerles que si se arrepienten y creen serán salvos. No creemos en la salvación universal, pero sí creemos en las invitaciones universales.

Otros hiper-calvinistas dicen que no podemos llamar a los hombres y mujeres a nacer de nuevo, arrepentirse y creer, si no tienen la capacidad para hacerlo. Sin embargo, esto es poner la lógica humana por encima de la revelación bíblica que confirma nuestra incapacidad y sin embargo nos manda nacer de nuevo, arrepentirnos y creer en Cristo. Por ejemplo, Cristo sabía que el hombre con la mano seca no podía extenderla y sin embargo, él le ordenó hacerlo. Nuestra responsabilidad no está limitada por nuestra incapacidad. Con el mandamiento viene la gracia capacitadora.

Distorsión 3: Calvinismo Sin Entusiasmo

Algunos no quieren ir a través de los cinco puntos. Para muchos, el punto de fricción es la expiación limitada o definida. Otros rechazan la idea de que ningún creyente en última instancia, puede caer de la fe. Pero como Steve Lawson señala, “Comprometer cualquiera de los cinco puntos diluye y disminuye la gracia de Dios” Él continuó:

Hablar de una mera corrupción parcial del hombre, en la que el pecador perdido está sólo espiritualmente enfermo en su pecado, hace un diagnóstico erróneo que excesivamente disminuye la gracia de Dios. Del mismo modo, abrazar una elección condicional que depende de la previsión de Dios de la fe del hombre corrompe la gracia de Dios. Enseñar que Cristo hizo una expiación universal, haciendo posible la salvación para todos (aunque real para ninguno), abarata la gracia de Dios. Creer en un llamado resistible que permite el libre albedrío del hombre pone en peligro la gracia de Dios. Y pensar en una gracia reversible, que permitiría al hombre a apartarse de la fe, contamina la pura gracia de Dios. Estos puntos de vista socavan la gracia de Dios, y por eso, es triste decirlo, le roban a Dios de Su gloria .... En la medida en se desvía de cualquiera de las cinco doctrinas de la gracia, se margina la gloria que se debe sólo a Dios por la salvación de los pecadores.

Distorsión 4: Calvinismo Odioso

Algunos calvinistas no sólo producen una reacción de odio en su manera de comunicar las doctrinas de la gracia, sino que también parecen estar llenos de odio hacia aquellos que difieren de ellos.

Por lo general (con suerte) esto es sólo una fase rápida que algunos tienen la primera vez que abrazan las doctrinas de la gracia (ver Early Warning Signs of Adult Onset Calvinism. Lamentablemente, a veces parecen estar por mucho más tiempo. Esto ha sido llamado “calvinismo etapa de jaula” donde el bebé-calvinista intenta embestir los cinco puntos en la garganta de todo el mundo, haciendo los puntos tan agudos como sea posible, a menudo rechazando a cualquier persona que no esté de acuerdo con las doctrinas que simple y recientemente han descubierto por sí mismos. Como dijo alguien, “Comenzamos con una doctrina que humilla, pero terminamos patanes orgullosos. En Porque Son tan Negativos Los Calvinistas John Piper escribió:

Amo las doctrinas de la gracia con todo mi corazón, y yo creo que son doctrinas demoledoras de orgullo, humillantes, y alientan el amor. Pero creo que hay un atractivo en ellas para algunas personas, en grande escala, debido a su rigor intelectual. Son doctrinas poderosamente coherentes, y ciertos tipos de mentes se sienten atraídos por eso. Y ese tipo de mentes tienden a ser argumentativos. Así que el atractivo intelectual del sistema del calvinismo atrae a un cierto tipo de persona intelectual, y este tipo de persona no tiende a ser el más cálido, alegre y tierno. Por lo tanto este tipo de persona tiene un mayor riesgo de ser hostil, brusco, abrupto, insensible, o intelectualista.

Si el calvinismo te hace orgulloso, no eres un calvinista. Las doctrinas de la gracia deben producir gracia.

Distorsión 5: Calvinismo Hueco

Las doctrinas de la gracia nunca deben ser considerados aparte de Cristo. Hacerlo es ahuecar su núcleo y simplemente ver su concha restante. Es como mirar ropa colgada en bastidores en JC Penney en lugar de verlas en una supermodelo. Toda doctrina se ve mucho mejor cuando es revestida de Cristo, cuando se entiende en relación con Cristo. Las doctrinas de la gracia son las doctrinas de Cristo. Este alerta, usted puede abrazar este sistema de doctrinas y dejar de abrazar a Cristo.