lunes, abril 18, 2016

¿Dios Habla Con Nosotros?

Post-ESJ-243

¿Dios Habla Con Nosotros?

Por Michael Horton

¿Dios habla con nosotros? Mucha gente piensa que sí. Algunas atraen atención de los medios para afirmar que han muerto y regresado desde el cielo con detalles. Otros dicen que Dios les habla todos los días en términos audibles, diciéndoles dónde ir y qué hacer. Tal vez usted se pregunta, "¿Por qué eso no me pase a mí?"

Pero la verdad es que si le suceda a usted, Dios aún nos habla hoy. Pero lo hace a través de su Palabra. Hablamos con Dios en la oración y El nos habla en la Biblia. Dios habla especialmente a nosotros en la reunión pública de su pueblo cada Día del Señor a través de la predicación de su Palabra.

Así que, sí, Dios nos habla. Pero habla públicamente, a través de la predicación, debido a que las malas noticias y las buenas noticias no son sólo sentimientos privados, sino hechos de importancia universal. Esto no es para descartar la maravillosa verdad que también nos habla cuando leemos la Escritura y habla con otros creyentes acerca de su enseñanza. Sin embargo, lo más importante es escuchar a Dios dirigirse a nosotros con regularidad a través del ministerio de los creyentes que son llamados por Dios para estudiar y proclamar su Palabra. Dios ha optado por utilizar "lo débil del mundo" como medio de su poderosa obra (1 Cor 1: 27-28) de modo que pueda recibir toda la gloria (vv 29-30),.

Dios nos habla a través de su Palabra en una variedad de maneras. Él amenaza, promete, consuela, incomoda, juzga, justifica, mata y da vida por su Palabra, que es "viva y eficaz" (Heb 4:12). El Espíritu Santo actúa en nosotros para abrir nuestros ojos y corazón a su mensaje salvador.

Al hablar de su ley, Dios hace dos cosas. En primer lugar, nos hace comparecer ante su tribunal de juicio, que nos muestra nuestros pecados, para que huyamos a Cristo para ser revestidos de Su justicia. Pero en segundo lugar, también nos guía mediante su ley al sendero de justicia, amándole y amando nuestro prójimo de manera concreta. Ya no "bajo la ley" en el sentido de condenación, somos libres por primera vez para el amor y las buenas obras, no para ganar el favor de Dios o para ganar puntos por ayudar a los demás, sino simple y verdaderamente para la gloria de Dios y el bien del prójimo.

Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, Dios nos habla. Particularmente El proclama su Hijo como la descendencia de la mujer (Eva) que aplasta la cabeza de la serpiente (Gn 3,15); como el arca de Noé; como el carnero trabado en un zarzal que tomó el lugar de Isaac en el altar del sacrificio; como el más grande profeta que Moisés esperaba; como el Hijo prometido de David cuyo trono es eterno; como el Rey más grande que los reyes débiles y falsos a lo largo de la historia de Israel; como "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29).

¿Cuál es la razón principal por la que abrazo la Biblia como la Palabra de Dios? Es difícil reducir mi confianza en la Escritura a una sola razón. Más fundamentalmente, escucho a Dios dirigiéndose a mi en la Biblia, especialmente en la predicación de su Palabra. Escrita por diversos autores de más de dos milenios, la Biblia, sin embargo, tiene una unidad que se puede atribuir solamente a un autor divino. Realmente se lee como promesa (Antiguo Testamento) y cumplimiento (Nuevo Testamento), al igual que cualquier buena historia. Sin embargo, es la historia más grande jamás contada.

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