Teología Polémica (Cómo tratar con los que discrepan con nosotros)
por el Dr. Roger R. Nicole
Primera parte: ¿Qué le debo a la persona que discrepa conmigo?
El Señor nos llama a contender ardientemente por la fe (Judas 3). Eso no implica, necesariamente, que seamos contenciosos; pero implica evitar transigir, luchar por lo que creemos, luchar por la verdad de Dios, sin cejar en ningún momento. Por lo tanto, es lógico que nos encontremos, en distintos puntos y distintos niveles, con personas con las que discrepamos. Discrepamos en algunas áreas de la doctrina cristiana. Discrepamos en cuanto a algunos detalles de la administración de la iglesia. Discrepamos en cuanto a la forma en que ciertas tareas de la iglesia deberían realizarse. En realidad, si nos cuidamos de seguir los principios que me gustaría explicarle, permítame sugerirle que estos podrían ser útiles también en discrepancias fuera del campo religioso. También podrían aplicarse a discrepancias en la política o dificultades con personas en el trabajo, o a fricciones dentro de la familia, o diputas entre esposos, o entre padres e hijos. ¿Quién no encuentra, de tiempo en tiempo, personas que no concuerdan completamente? Por lo tanto, es bueno intentar descubrir ciertos principios básicos mediante los cuales podamos relacionarnos con quienes discrepan con nosotros.