Fundamentalismo Bíblico
Por Gary E. Gilley
(Volumen 22, Número 2, Marzo / Abril 2016)
Soy un fundamentalista. Allí lo dije. Y, sin embargo, a pesar de que he heredado algunas armas no sé donde están las balas. Yo no odio a nadie, ni siquiera a mi vecino cuyo gato ha reducido la población de mi pájaro cantor. Conociendo a mis propias debilidades y pecados me abstengo de ser particularmente crítico de los demás. Algunos me podrían llamar una "golpeador-bíblico", pero en realidad no he aporreado a ninguna persona con una Biblia desde la secundaria cuando yo estaba tratando de impresionar a las chicas (Aprendí muchos años después que dar un puñetazo a las chicas no las impresionan casi tanto como yo originalmente pensaba). Tengo algunas preferencias y opiniones fuertes sobre todo, desde la política hasta el entretenimiento (solo pregúnteme), pero reconozco que no todos comparten todos mis puntos de vista y estoy en paz con eso. Creo en la separación de las prácticas pecaminosas y asociaciones comprometidas, pero no en esconderse en un refugio desierto en un esfuerzo por mantenerse lo más lejos de "pecadores" como pueda. Y horrores de horrores, puedo sintonizar en la CNN tanto como en Fox News - los cuales pueden causar que pierda mi tarjeta de socio fundamentalista a los ojos de algunos. Sin embargo, yo, y aquellos que como yo, se encuentran entre las personas más despreciadas, marginadas, sospechosas, criticadas y mal entendidas en el planeta. Así es con buena razón por la que hoy pocos quieren identificarse con la etiqueta fundamentalista. Cuando preguntamos cómo nos gustaría ser identificado podríamos decir que somos evangélicos, pero ese término perdido todo su significado hace muchos años. Tal vez "evangélicos conservadores" podría ser mejor. Sin embargo, el fundamentalismo es una buena palabra, cuando se entiende correctamente y bíblicamente es informada. Por desgracia, incluso entre muchos cristianos, el fundamentalismo es un término poco atractivo y gran parte de la culpa recae en los fundamentalistas. Parte del problema es el siguiente - con demasiada frecuencia el fundamentalismo bíblico ha sido secuestrado por los fundamentalistas culturales, y pocos saben la diferencia. Pero antes de que nos fijemos en las distinciones importantes en más detalle debemos retroceder y tomar una visión general del desarrollo histórico del fundamentalismo..