La Suceso del Nacimiento Virginal
por John MacArthur
La explicación de Mateo de la importancia del nacimiento virginal vino en el sueño de revelación que Dios le dio a José. Tal comunicación extraordinaria y directa, evidentemente, se produjo mientras José dormía. Mateo no registra ningún detalle de la reacción inmediata de José, excepto al decir que él se despertó y obedeció las instrucciones del ángel: “Entonces despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su esposa, y Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre Jesús” (1:24-25).
Usted puede imaginar cuan grandes sentimientos de asombro, alivio y gratitud de José debieron haber sido una vez que se dio cuenta de lo que el Señor, a través del mensajero celestial, le había dicho. No sólo podía seguir adelante y con mucho gusto recibir a María como su esposa con honor y justicia, sino que también pudieron regocijarse en el privilegio de habérseles permitido traer al propio Hijo de Dios.
La ceremonia de la boda de José y María probablemente tuvo lugar poco después de que José recibió el anuncio del ángel. Mateo deja claro que María permaneció virgen hasta después del nacimiento de Jesús, lo que implica que las relaciones conyugales normales comenzaron después de ese tiempo. Eso, junto con las referencias a los hermanos y hermanas de Jesús (Mateo 12:46; 13:55-56; Marcos 6:3), demuestra que María no fue virgen toda su vida, como algunos afirman.
Finalmente, José cumplido con el mandato de Dios en Mateo 1:21 y haber nombrado al niño Jesús, lo que indica, como ya hemos visto, que iba a ser el Salvador.
El hecho sorprendente del nacimiento sobrenatural de Jesús es la única manera de explicar la vida perfecta, sin pecado, que El vivió en la tierra. Un escéptico que negaba el nacimiento virginal le preguntó a un cristiano una vez, “Si yo le dijera que ese niño de allí nació sin un padre humano, ¿me creerías?” “Sí”, respondió el creyente, “si viviera como vivió Jesús.”
El nacimiento virginal de Cristo, es un componente necesario que nos ayuda a creer y dar sentido a la historia completa de Su persona y Su obra. Su concepción extraordinaria y nacimiento, nunca antes ni después igualado, es una realidad asombrosa que nunca debemos subestimar con gozo y gratitud.
Mantenga esas verdades centrales en su celebración del Salvador este año. ¡Que tenga una Navidad bendecida!
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