Una Alternativa a la Evangelización Fría

Una Alternativa a la Evangelización Fría

por Jesse Johnson

La práctica de ir a evangelizar a la gente que conozca al azar a veces se denomina "evangelismo frío", y hay que reconocer que esto no es una frase muy acogedora. Cuando muchos cristianos piensan de este enfoque a la evangelización, piensan de la gente desagradable, los Testigos de Jehová, o la oración del pecador. La idea de "evangelismo frío" puede producir sentimientos de culpa –por no hacerlo- o de incapacidad por no ser capaz de hacerlo bien.

Y quiero hacer una declaración clara al principio de este post: no todos los cristianos estamos llamados a hacer este tipo de evangelización. No me malinterpreten, estoy a favor de la evangelización, y sé que algunas personas se salvaron de la evangelización en frío. Pero también noto que aunque esta forma de evangelismo puede ser vista en el Nuevo Testamento, no es de ninguna manera normativa.

Dios, en su sabiduría y misericordia, dio a algunos el ser evangelistas, pero no todos (Ef 4:11). Algunas personas tienen una pasión por ir de puerta en puerta, de detener a la gente en los mercados y plazas, y ganar a más gente en el metro. Pero no todas.

Sin embargo, cada cristiano debe ser activo en la evangelización de aquellos con los que entran en contacto. He visto a decenas de personas afirmar que no se debe evangelizar a la gente porque no tienen el don de la evangelización en frío. En otras palabras, ven el proceso de intimidación de acercarse a desconocidos en público con el evangelio, y deciden "eso no es para mí", ¡y luego nunca evangelizan a nadie! El conocimiento de nuestra salvación y de la realidad del infierno debe impulsar a cualquier cristiano que quiere ganar a otros para Cristo. Si la aversión a la evangelización fría impulsa a una persona a no evangelizar a nadie, entonces es una excusa expuesta por su fruto. Reconozco que la evangelización fría no es una parte obligatoria de la vida cristiana, ni es un reflejo de la madurez espiritual. Pero la evangelización debe ser parte de la vida de cada creyente.

Así que si una persona no participa en el evangelismo frío, ¿qué queda? Para muchos, la forma más eficaz de la evangelización es con la gente que conocen y con las que tienen relaciones. Estas son las personas que amas, y con las que podrás pasar tiempo explicando cuidadosamente el Evangelio. Piense en sus compañeros de trabajo, sus vecinos, sus amigos y su familia. Estos son su campo de misión inmediata. ¿Está siendo fiel en proclamar el evangelio a ellos?

Dios ha puesto a todos en el mundo. Todos nosotros tenemos relaciones con personas que están perdidas. Tenemos la oportunidad de vivir una vida transformada en frente de ellos, y tenemos la oportunidad de explicar pacientemente el Evangelio. Con demasiada frecuencia, nos olvidamos de las relaciones que la providencia de Dios nos ha concedido. Estoy sorprendido por tantos cristianos que ni siquiera saben los nombres de sus vecinos, y se aíslan de sus compañeros de trabajo y sus familiares no salvos. Sin embargo, aquí es donde comienza la evangelización eficaz.

Los cristianos deben ser activos en la evangelización. Hay un lugar para las excursiones coordinadas por la evangelización fría, y creo que más cristianos deberían hacerlo, al menos, tratar de ver si tienen el don del mismo. Pero la evangelización es una práctica, no un programa. Sucede en tu vida, no en las noches de viernes a las 7 pm.

Cuando los pastores son fieles en el evangelismo, la gente lo imita. Amigos, parientes, el cartero-, y el dentista van a escuchar el Evangelio de alguien a quien ellos conocen. Esta es la base de la evangelización eficaz.

Como pastor de extensión, animo a la gente a evangelizar a los que saben, y quiero darle las oportunidades a aquellos que tienen el don de la evangelización fría para usar sus dones. Pero, lo más importante que quiero enseñarle a mi gente es que el evangelismo verdadero es parte de la vida cristiana, no una actividad que hacen una vez por semana.