Keller y la Exclusividad de Cristo
por Mike Riccardi
A principios de esta semana Justin Taylor publicó una entrevista en 2008 del pastor Tim Keller por Martin Bashir en la Universidad de Columbia. La entrevista fue abordada por la primavera por su libro entonces recién salido , La Razón de Dios. Durante la entrevista, la cual fue diseñada para hacer las preguntas más difíciles sobre el cristianismo, Bashir le preguntó a Keller sobre el destino eterno de los que no creen en Jesucristo. Usted puede ver parte de su respuesta en este video , con la parte relevante siendo de alrededor de 13:20 a 15:10 aproximadamente. También he transcrito esa parte a continuación:
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Bashir: Entonces, ¿dónde deja eso a los millones de musulmanes, sijes y Judíos? ¿Están tristes y engañados por completo?
Keller: La gente que nunca oyó hablar de Jesús, o nunca obtuvo una audiencia acerca de Jesús ...
Bashir: Yo no estoy hablando de ellos, porque algunas de esas personas han oído hablar (de Jesús). Estoy hablando de los millones de musulmanes, sijes y Judíos que han oído acerca de Jesús. ¿En dónde los deja su tesis?
Keller: Dónde están ahora mismo, es decir, si nunca hay cambio y no reciben a Jesús. Si él es quien dice ser, entonces, a largo plazo, ellos no tienen a Dios. Si por otro lado ... todo lo que siempre se puede decir acerca de esto es que Dios me da, aún como ministro con la Escritura, una gran cantidad de información sobre la necesidad básica de conocer, “Aquí está todo lo que puedo decir: A menos que recibas a Jesucristo quien te creó, primero, a menos que se reúnan con él en algún momento, no hay futuro eterno porvenir” Tiene sentido. Una vez más, estoy tratando de volver a la idea de que, que, si él es quien dice ser, tienes que tenerlo a él. Si en este momento una persona no cuenta con él, él o ella necesitan tenerlo. Si mueren y nunca lo obtienen, si se mueren y no tienen a Jesucristo, no lo sé. En otras palabras, Tengo una necesidad de conocerlo, lo único que sé es que necesitamos a Jesús. Ciertamente sabemos que Dios es más sabio que yo, más misericordioso que yo, y yo sé que cuando finalmente descubra cómo Dios trata con cada alma individual, no tendré alguna duda al respecto. … ...